Gatos con escurrimiento nasal

Dra. Patty Khuly

¿Deberías preocuparte si a tu gato le gotea la nariz? En realidad depende de la situación.

Algunas secreciones nasales se pueden tratar fácilmente, pero a veces son indicativo de un problema de salud mayor.

Por qué le gotea la nariz

Si a tu minino le ocurre, quizá se deba a una inflamación, o a una infección de los tejidos en sus cavidades nasales o senos nasales. Pero si está constantemente mocoso, podría tener una infección de las vías respiratorias superiores. La mayoría de éstas (en gatos) son causadas por virus, como los herpes y los calicivirus. Las infecciones bacterianas son la segunda causa más común, e incluyen Chlamydophila felis y Bordetella bronchisteptica. Si tu michi ha recibido sus vacunas, se reduce drásticamente el riesgo de contraer estas infecciones.

Sin embargo, más allá de las infecciones simples de vías respiratorias superiores (la mayoría leves y no requieren tratamiento), hay varias explicaciones de por qué a tu gato le gotea la nariz:

  • Rinitis: la inflamación de los conductos nasales provoca secreción nasal. Puede deberse a una infección del tracto respiratorio superior, bacterias, virus y hongos (éstos con menos frecuencia). O por alergias, pero no son una causa común de rinitis en mininos.
  • Cuerpos extraños: si inhaló polvo, un trocito de comida, incluso un hilo, podría presentar secreción nasal con color.
  • Cáncer nasal: puede ser agresivo en gatos. En sus primeras etapas provoca una simple secreción nasal y progresar a hinchazón facial, secreción espesa o coloreada, dolor y congestión, entre otros signos.
  • Sangre en la nariz: puede deberse a problemas de coagulación, cáncer, cuerpos extraños o un trastorno inflamatorio.
  • Trauma: los golpes en la nariz pueden causar una secreción sanguinolenta que se aclara conforme cede la hinchazón. También puede infectarse y ser de color amarillo verdoso. • Irritantes tóxicos: la exposición a toxinas provoca irritación e inflamación nasal severa, y a su vez producir secreción nasal.
  • Pólipos nasales: los crecimientos benignos ocasionan estornudos persistentes, congestión y secreción nasal.

Cuándo llevarlo a consulta

El que le gotee la nariz no necesariamente significa que debas correr con tu veterinario. En la mayoría de los casos es parte del proceso normal de limpieza nasal. Los signos más comunes incluyen estornudos, secreción nasal, ojos enrojecidos y llorosos, tos, úlceras orales o nasales, resfriados, fiebre y ronquera.

Tienden a acompañar a las infecciones del tracto respiratorio superior, y a menudo justifican una visita al veterinario para asegurarte de que tu michi vuelva a estar sano. Pero debes estar atento si hay hinchazón severa de ojos, secreción sanguinolenta o verdosa, letargo extremo, fiebre alta, falta de apetito y dificultad para respirar. Podría ser un resfriado desagradable… o algo más grave.

Llévalo a consulta de inmediato si notas alguno de estos signos: un tratamiento temprano puede marcar una gran diferencia. Si bien una nariz que moquea a menudo es inofensiva, debes saber que incluso un gato muy mocoso suele ser tratado eficazmente.

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