Las mascotas de la realeza

Desde que la monarquía existe, los reyes y reinas siempre tuvieron en las mascotas a sus compañeros fieles. De toda la variedad en animales de compañía, los perros son los favoritos de la realeza y muchos han sido inmortalizados con sus famosos dueños en retratos y pinturas.

Isabel II y su amor por los corgis

Actualmente, las mascotas reales más famosas podrían ser los corgis de la reina de Inglaterra. La monarca que más tiempo se ha sentado en el trono en la historia británica lleva la tradición familiar por esta mascota. A sus 18 años su padre, el rey Jorge VI, le regaló a su primer cachorro, llamado Susan. A la fecha y siete décadas después, han pasado 14 generaciones de esta raza de perros por el Palacio de Buckingham.

Los corgis de la realeza británica lucen costosos collares de rubíes; su alimentación es controlada por chefs especializados y cuentan con mayordomos al tanto de sus cuidados. En una entrevista, Lady Di se refirió a los perros de la reina como “una alfombra en movimiento”; pues la seguían a todas partes en absoluto silencio y respeto.

Después del fallecimiento de sus últimos dos ejemplares, la monarca dejó de reproducirlos; por su avanzada edad, la reina no quería volver a lamentar una pérdida o que sus mascotas la extrañaran si ella era quien debía despedirse.

Solo Candy y Vulcan, mezclas de perro salchicha y corgi conocidos como “dorgis”, son las mascotas que a la fecha le hacen compañía. Se corre el rumor que sacarlos a pasear es la forma de tranquilizarse de la reina, cuando surge un drama familiar.

El cocker de William y Kate

Los duques de Cambridge cuentan como mascota a un cocker sapniel negro llamado Lupo, y  un hámster llamado Marvin. El primero es tan famoso es el protagonista de un libro infantil: “Las aventuras de un perro real: Lupo y el secreto del castillo de Windsor” escrito por la autora británica Aby King.

Lupo fue obsequiado por James Middleton, cuñado del príncipe William, como regalo de bodas en abril de 2011. El objetivo de obsequiarle un cachorro a su hermana era que tuviera compañía durante las ausencias de su nuevo esposo durante los primeros meses de matrimonio.

El hermano de la duquesa es un creyente del poder de los animales para recuperarse de la depresión, ya que él mismo se ha sentido salvado por la compañía de sus mascotas cuando las cosas no han ido bien.

Harry y Meghan, creyentes de la adopción

El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle son defensores de los derechos animales y en cada mudanza han considerado la calidad de vida que tendrán sus tres perros.

Cuando era soltera, la duquesa de Sussex era acompañada por un beagle llamado Guy, adoptado de un refugio, y de un pastor alemán llamado Bogart. Al casarse se unió a sus vidas un labrador marrón al que llamaron Pula, que en setswana significa “lluvia”.

En su última mudanza a Estados Unidos; la pareja tuvo que dejar a Bogart al cuidado de una pareja amiga en Inglaterra, ya que por su avanzada edad el perro no hubiera resistido el viaje

Los gatos de la princesa Marie de Kent

La excepción a la preferencia por los canes es la princesa Marie Christine von Reibnitz, la esposa del primo hermano de Isabel II; el príncipe Michael de Kent. Ella es una amante de los gatos convencida y su gusto por los felinos la ha hecho recibir el sobrenombre de “princesa gata”.

Máxima de Holanda y su familia de labradores

Nala y Skipper son los compañeros de la familia real holandesa. Es muy común ver a los dos labradores posando junto a la reina Máxima; el rey Guillermo y sus tres hijas Alexia, Amalia y Ariadna, en las postales familiares.

A través de la cuenta oficial de Instagram de la corona holandesa los reyes han celebrado los cumpleaños de sus mascotas, y el día en que sus dos perros tuvieron su primera camada de cachorros. Uno de los siete hijos se quedó en la familia real, con el nombre de Luna.

Foto de portada por Vanity Fair. Fotografías por redes sociales oficiales de las casas monárquicas.

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