Perritas y gatas en celo, ¿qué hacer y qué no hacer?

MVZ MC Gloria I. Guevara Ledón, Hospital Veterinario UNAM-Banfield

Si bien la cultura en pro de esterilizar a las mascotas es cada vez más popular, el celo de perras y gatas es un evento biológico del que debes informarte. Se entiende como “celo” cuando las hembras manifiestan conductas que indican a los machos de su especie que están en periodo fértil.

La primera manifestación de esta conducta marca el inicio de la pubertad en todos los mamíferos. Aunque hablando de mascotas, hay dos diferencias abismales entre el celo de las perras y las gatas: la periodicidad y los cambios físicos.

Hablando de las canis

En ellas los cambios físicos son muy evidentes. Una cachorra presenta una vulva apenas evidente debajo de la región perineal, pero conforme se aproxima la pubertad, aumenta de tamaño y es más visible. Días después expulsará una secreción sanguinolenta durante nueve a 40 días (lo más común es sea un periodo de 20 días).

Una vez terminado pasarán entre cuatro y seis meses para que se presente de nuevo, es decir, que entre en celo una vez más. Durante el celo tienden a ser más activas, juguetonas y buscan mayor contacto físico. Ladran y orinan con mayor frecuencia, incluso en lugares que habitualmente no lo hacían.

Qué puedo hacer

  • Anota fechas. Lleva un registro del sangrado, así como del intervalo entre cada celo. Registra la fecha de inicio, que varía entre nueve y 40 días. Una duración mayor amerita una ida al veterinario.
  • Verifica que el sangrado siempre sea de color rojizo. Ante cualquier cambio en esta secreción, llévala a una revisión médica.
  • Considera esterilizarla. Esto disminuye la probabilidad de tumores mamarios e infecciones uterinas con cada celo.

Qué no debo hacer

  • Impedir el lamido constante de la región. Esta es una conducta típica de higiene.
  • Programar su esterilización durante el periodo de sangrado. Los riesgos durante la cirugía son mayores.
  • Demorar la consulta médica en caso de notar un sangrado mayor a 40 días. Incluso si es de un color diferente al de la sangre o ante un cambio de actitud, como si estuviera triste. Cualquiera de estos signos sugiere una infección en el aparato reproductor.

En el caso de las michis

Ahora bien, las gatas tienen características completamente diferentes de las perras. Sus cambios físicos son imperceptibles, ya que no verás sangrado por la vulva; es la conducta lo que determina a simple vista que el celo ha iniciado. Además necesitan estar en un ambiente donde el día dure al menos 12 horas; en países cercanos al ecuador de la Tierra (México), recibimos luz solar constante por 12 horas la mayor parte del año. Esto quiere decir que las gatas mayores a cinco meses, y que perciben doce horas de luz, entrarán en celo.

La conducta que manifiestan es característica por cinco a seis días, donde frotan su cuerpo en muchas superficies, maúllan mucho más de lo normal, tienen una conducta muy “cariñosa”, donde buscan y aceptan más caricias de las habituales. Pueden orinar fuera del arenero y si viven dentro de casa, buscarán salir con más empeño que antes.

Después se verán más tranquilas, regresando a la actividad normal por unos siete días más y el ciclo se repetirá hasta que quede gestante o la duración del día sea menor a 12 horas por un mes consecutivo. En nuestro país este periodo de poca luz es casi imperceptible y por ese motivo entran en celo… todo el año.

Qué puedo hacer

  • Planea junto con tu veterinario el momento idóneo para esterilizarla.
  • Coloca por lo menos dos areneros por cada gato que habita en casa, para permitir que orine ahí.
  • Mantén puertas y ventanas cerradas para evitar que escape o que otro gato entre a la casa.
  • Lleva un registro del inicio del celo. Si el intervalo supera los 15 días o desaparece de repente, consulta a tu vet para descartar la gestación.

Qué no debo hacer

  • Permitir que salga de casa. Es la forma más fácil de evitar la cruza y que adquiera enfermedades transmitidas por otros gatos.
  • Darle por tu cuenta medicamentos para evitar el celo. El método con menos efectos secundarios para evitar lo ya señalado es la cirugía para esterilizarla.

Por último, debes saber que tanto perras como gatas presentarán el celo ¡durante toda su vida! Cuando envejecen puede ser más discreto e incluso imperceptible, pero los cambios hormonales al respecto de las hormonas sexuales permanecen activos, de ahí la importancia de esterilizar para que no desarrollen tumores mamarios o uterinos.

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