¿Existe el hipotiroidismo en gatos?

MVZ EMCPG Claudia García Herrera, Responsable del área de Medicina Interna Hospital Veterinario Peques

Hay una hormona que se encarga de regular el metabolismo, y es la tiroidea. Debes saber que tu gato, igual que tú, la tiene y se encarga de muchas cosas en el organismo.

Desde intervenir en el aumento de la formación de proteínas y el consumo de oxígeno, hasta el crecimiento y el desarrollo fetal. Puede decirse que la tiroides es la hormona de “arranque” de casi todos los sistemas corporales, y si falta habrá varias consecuencias como poco crecimiento, enanismo, debilidad, y provocará mal funcionamiento de todo el organismo.

Problemas con la tiroides en gatos

Los perros también pueden padecer de esta enfermedad, pero difiere en mininos, por lo que no deben aplicarse los mismos criterios.

Como suele decirse, “los gatos no son perros pequeños”. La buena noticia es que en el caso del hipotiroidismo felino, es una enfermedad poco frecuente. Y se le llama así porque hay poca o nula producción de hormonas tiroideas (T4 – tiroxina- y T3 –triyodotironina-).

El hipotiroidismo puede ser congénito (al nacer) o adquirido, que a su vez pue – de ser primario, secundario o terciario.

Cómo es el hipotiroidismo congénito

Es el más frecuente y al nacer los bebés parecen normales, pero hay cambios entre las seis y ocho semanas de vida, pues crecen menos en comparación con sus hermanos. Presentan enanismo desproporcionado: la cabeza es más grande y ancha, cuello y extremidades cortas, con cuerpo corto, como si fuera un bloque.

Otros signos incluyen dificultad para jugar, se ven más “torpes”, adormilados, incluso con estreñimiento (y no les funcionan bien los tratamientos), por lo que su abdomen se mostrará hinchado. Otros signos menos frecuentes son que no se les caen los dientes de leche o que conservan su pelaje de bebé (sigue siendo suave y esponjoso).

Y como hay debilidad en los músculos, tal vez no caminen de manera normal. Dependiendo de las características que presente el gatito, pueden determinarse las causas del hipotiroidismo realizando un examen general. Por ejemplo, si es más pequeño de lo que debería ser a su edad, presenta abultamiento en el cuello, o incluso ha recibido algún golpe en la cabeza. El veterinario preguntará también si ha recibido algún tratamiento previo para hipertiroidismo.

Cómo es el hipotiroidismo adquirido

En el caso del primario, es sumamente raro en adultos, pero de ocurrir es por un daño directo a la tiroides por enfermedades que alteran la producción de las hormonas T4 y T3. Puede haber un aumento o disminución del tamaño de la tiroides, además de enfermedades relacionadas con el sistema inmune, medicamentos para el hipertiroidismo, deficiencia de yodo, entre otras.

En el hipotiroidismo secundario la glándula adenohipófisis está afectada y aparece cuando la hormona TSH (que estimula la tiroides) no funciona bien. Finalmente, en el terciario se debe a que no hay suficiente producción de la hormona que libera la TSH y la afectación ocurre en el hipotálamo. A estos dos últimos tipos se les conoce como hipotiroidismo central, y pueden ocurrir cuando hay tumores o traumatismos craneales.

¿Qué signos presenta un gato?

Cuando es del tipo adquirido notarás signos leves, como adelgazamiento del pelo (es muy fino), letargo u obesidad, incluso bebe más agua de lo normal. Estos signos se consideran como inespecíficos, por lo que la enfermedad se pasa por alto e incluso se confunden con los signos del envejecimiento, ya que la edad de presentación más común de la enfermedad oscila entre los seis a los 14 años. Pero también debes poner atención a otros signos como piel engrosada, aumento en la pigmentación de la piel, infecciones bacterianas, pérdida de pelo en las zonas laterales del cuello, tórax y abdomen.

¿Cómo se diagnostica?

En caso de sospechar que tu gatito padece hipotiroidismo (por los signos antes señalados), tu veterinario indicará que se le realicen pruebas clínicas. Ahí se medirán los niveles de hormonas tiroideas (T4, T3 y T4 libre), así como de la TSH. Existen otros métodos diagnósticos, pero pueden ser poco específicos y algunas veces costosos.

Para el diagnóstico y tratamiento adecuado es importante que acudas con un veterinario que sepa detectar los signos y la enfermedad. Por último, debes saber que se trata de una afección poco común en mininos, con signos poco específicos y de tratamiento de por vida, por lo que es importante que observes y tomes en cuenta cualquier cambio de actitud o enfermedad crónica en tu gatito.

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