La cuarentena asociada con el Covid-19 está teniendo efectos de conducta en los animales, como el caso que ocurre en un zoológico desierto en Bélgica.
En prácticamente todos los rincones de la Tierra se han captado imágenes de animales que han vuelto tomar los sitios que el hombre había reclamado como propios. Camellos saltando en las playas de Marruecos, focas asoleándose a la orilla del mar, delfines en las costas de Italia, ballenas en las Calanques de Marsella y más.
Un zoológico tomado por animales
En Pairi Daiza, provincia de Hainaut, Bélgica, se encuentra un zoológico privado cerrado al público derivado del brote de COVID-19; dadas las medidas implementadas a raíz de la cuarentena, se decidió promover la convivencia de ciertos animales para propiciar así un mejor cuidado mutuo.
Las especies elegidas para interactuar fueron los orangutanes y una familia de nutrias que el zoológico conserva en sus instalaciones. El objetivo para juntar a estas dos especies fue que los orangutanes son animales cuyo bienestar depende en gran medida de que estén entretenidos intelectualmente; pues son primates con una gran capacidad cognitiva.
Amigos de travesuras
Esta estrategia fue afortunada pues, como se observa en las imágenes compartidas por el zoo, los orangutanes y la nutrias han formado una simbiosis peculiar en la que la diversión parece ser el punto en común.
Las nutrias son animales muy sociales y sumamente creativos, por lo que no parece ser una casualidad que hayan encontrado en este grupo de orangutanes a sus compañeros ideales de juego.
Estas escenas nos hacen preguntarnos cómo sería el planeta sin la presencia del ser humano. Si dejáramos más espacio a la vida, muy posiblemente esta florecería de maneras que ni siquiera imaginamos.
Con información de Muy Interesante.
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