La maravillosa audición felina

MVZ Luis Fernando De Juan Guzmán Departamento de Medicina, Cirugía y Zootecnia para Pequeñas Especies, UNAM

El gato es un depredador insuperable: tiene un alto porcentaje de éxito en sus cacerías y esto es posible gracias a su excepcional vista, a su desarrollado sentido del tacto y a su extraordinario oído. De hecho, en muchas ocasiones la caza empieza porque escucha algo interesante.

Por su tamaño, caza una enorme variedad de animales muy pequeños (más de 100 especies), por lo que sus oídos se han especializado para captar los débiles sonidos que emiten esas minúsculas presas. La mayoría de esos ruidos son casi imperceptibles para el ser humano, no obstante, el gato los escucha claramente.

Súper oído

El rango de frecuencia que escucha es amplísimo, va de los 30 Hertz hasta los 65 KHz (¡y tal vez más!: en experimentos se ha obtenido respuesta de hasta 85 KHz), siendo uno de los mamíferos que cubre un mayor rango de frecuencia auditiva. Definitivamente, está sintonizado a un conjunto de sonidos por completo desconocidos para su familia humana.

Con más de 30 músculos, tiene un perfecto y absoluto dominio de sus orejas. Puede mantenerlas totalmente quietas, mover cada una de forma independiente, rotarlas al mínimo o girarlas a velocidad vertiginosa. Cada una puede rotar 180° y cubrir íntegramente su entorno audible. ¡No se le escapa ni el más leve murmullo! Incluso cuando dormita, el oído está activo y alerta a los sonidos de su alrededor, así que los movimientos de sus orejas responden por reflejo y de forma inmediata, apuntando a la dirección de donde proceda el ruido.

Cuando escucha algo que llama su atención pero que no puede ver, incluso en la más absoluta oscuridad, puede posicionar una oreja hacia la fuente del sonido y la otra ligeramente desviada, logrando determinar el origen con precisión impresionante. Cuando el sonido es muy débil (hasta mil veces más tenue que lo que podemos captar) ambas orejas se dirigen hacia la fuente. También puede diferenciar dos fuentes de sonido con 5° de separación, gracias a la intensidad del sonido que llega a uno u otro oído, así como al insignificante retraso de la llegada del mismo a cada oreja. Algo imposible para el ser humano.

Anatomía del oído felino

Los gatitos empiezan a reaccionar a estímulos auditivos entre los 7 y 9 días de edad, pero algunos de color blanco y ojos azules, desde días antes pueden sufrir cambios degenerativos en la cóclea (estructura del oído interno), que les provocará sordera irreversible. En el oído interno se encuentra el aparato vestibular, responsable de su perfecto equilibrio, ya que en todo momento lo ubica en el espacio y le permite desplazarse, trepar, descender, saltar y en caso de una caída, desencadenar una serie de movimientos reflejos que lo harán caer siempre sobre sus cuatro patas.

Su agudo oído es indispensable en la compleja comunicación auditiva con sus congéneres y otras especies, a lo que hay que agregar el significado de la posición de las orejas, según su estado de ánimo. Finalmente, se dice que este maravilloso oído lo convierte en el más temible e insobornable crítico musical.

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