¿Tu mascota anda en modo zoomie?

MVZ Luis Fernando De Juan Guzmán, Departamento de Medicina, Cirugía y Zootecnia para Pequeñas Especies, UNAM

Algunos mininos o canes a veces presentan comportamientos incomprensibles como los episodios llamados zoomies, que todavía forman parte de las muchas cosas que hay que conocer más a fondo de nuestras mascotas.

¿Qué son los zoomies?

Son momentos que también se conocen como “periodos de actividad aleatoria frenética” (FRAP, por sus siglas en inglés), y se caracterizan porque en un instante, y a partir de que el peludo se encuentra en relativa calma (¡incluso dormitando!), comienza un frenético despliegue de energía en el que corre aceleradamente de un lado a otro, sube y baja escaleras a gran velocidad, puede quedarse un segundo quieto y comenzar de nuevo. Trepa, desciende y salta repetidas veces, choca contra objetos que encuentre en su desenfrenada carrera, y hasta pasa vertiginosamente por encima de cosas, animales y personas.

¿Qué los inicia?

En muchas ocasiones un juguete, una hoja arrastrada por el viento, un insecto, otro animal o una persona que se mueve, estimulan su desencadenamiento. Y después de algunos segundos, tu peludo vuelve a la calma ¡como si nada hubiera pasado! Algo en verdad extraño.

Aunque no hay una explicación clara, se ha propuesto que se trata de una necesaria descarga de energía, ya que pasa buena parte de su vida durmiendo y en su condición doméstica, en la que no tiene oportunidad (ni necesidad) de salir a cazar, y en la que no se le estimula a hacer ninguna actividad física, requiere liberar todo ese vigor acumulado y esta sería una forma de lograrlo. Se sugiere incluso que los zoomies son cacerías imaginarias.

Si tu gato o perro exhibe este comportamiento ocasionalmente, no te preocupes y considéralo normal. Pero el peligro radica en que se pueda hacer daño con algún objeto que no alcance a esquivar, que se estrelle contra un vidrio, mueble o persona que no detecte lo suficientemente rápido o que salga corriendo de la casa y no regrese.

Los zoomies como problema

Pero si aumenta la frecuencia y además presenta un consumo excesivo de alimento, pérdida de peso, ladridos o maullidos exagerados, salivación, temblores en la piel y desmedido lamido de lomo, cola y patas traseras, acude con tu veterinario, pues podría padecer algún otro problema grave.

En ocasiones se ha asociado el incremento de zoomies a problemas de ansiedad. Si esto sucede, haz una revisión de posibles causas de estrés, verifica su estado de salud e inspecciona detenidamente su ambiente.

En algunos mininos se ha observado que exhiben este comportamiento después de usar su cajón de arena, por lo que debes tomar en cuenta su perfecta limpieza y considerar posibles trastornos gastrointestinales y urinarios que pudieran afectarlo.

La mejor forma de prevenir estos episodios (a veces divertidos, otras no), es estimulándolo para que haga más ejercicio físico y mental, haciendo que gaste energía de forma positiva y controlada a través del juego, que al mismo tiempo fortalece y estrecha enormemente el vínculo entre tu peludo y su familia humana.

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