Un conejo, ¡más grande que su dueña!

Cocoa Puff es un conejo gigante que se ha convertido en una estrella viral por su impresionante tamaño.

Cuando pensamos en un conejo como mascota nos imaginamos un ser chiquito que brinca y parece bolita esponjosa, no por nada es más común llamarles por su diminutivo, conejito.

Resulta que Cocoa Puff es todo lo opuesto, pues es un conejo gigante que es más grande que su dueña, una niña de 3 años.

Pero esto no quiere decir que sea diferente a los de su especie; Cocoa Puff es igual de adorable que los conejitos a los que estamos acostumbrados. Sus dueños, Macy de 3 años y Hunter de 6, aseguran que es encantador. Desde que llegó a casa, se convirtió en el compañero de juegos favorito de los pequeños, sobre todo de la niña, con la que según su madre, Lindsay Smith, ha establecido un vínculo de amistad inquebrantable.

“Desde el primer día tienen una relación muy especial. Macy le seguía a todas partes y él le dejaba que le hiciese caricias y hasta que le utilizase como almohada. Era maravilloso, porque donde estaba Macy, Cocoa Puff tenía que estar. Es más un compañero de juegos que una mascota. Es más, creo que Macy se ha convertido en una persona que cuida y quiere más a los demás gracias a él”. Comentó su madre.

Cocoa es un ejemplar de conejo gigante de Flandes, misma que puede medir alrededor de un metro (el más grande que se conoce es Darius, un conejo que en 2010 se llevó el récord con su tamaño de un metro y veinte centímetros) y pesar más de diez kilos.

Procedentes de Bélgica, es un híbrido de otras razas desconocidas y es precisamente esto lo que supone un pequeño problema para la especie: si no se cuida bien su alimentación y su trato, pueden sufrir varias lesiones, ya que su masa corporal es demasiado grande para sus huesos. Espacio, comida adecuada, mucha atención y cariño es esencial.

La familia Smith tiene especial cuidado con Cocoa; solo alimentarlo les cuesta unos 200 dólares al mes, eso sin contar en los cuidados adicionales o veterinarios que requiere el animal.

“La gente se piensa que los conejos son hámsters: los sacas 30 minutos al día, les das de comer y ya está, pero es lo contrario. Los conejos requieren cuidado, a veces más que un perro o un gato; y también más atención. Si estás pensando en tener un conejo, piénsalo de nuevo, porque requieren mucho trabajo”, avisan,

“Ahora bien, nosotros no nos imaginamos la vida sin él”. Puntualizó la familia.

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