Salir de casa es todo un tema cuando tienes peludos. Y no nos referimos a ir a una reunión, sino al veterinario (caso gatos), salir por unos días, en un viaje largo o relámpago. Surge entonces la pregunta, ¿cómo elijo una transportadora?
1.- ¿Cabe?
- Es importantísimo que tu peludo pueda estar de pie dentro de ella, sin que sus orejas toquen el techo; debe dar vuelta libremente y recostarse sin problemas.
2.- Ventilación
- Es básico para que no se sienta sofocado; es preferible que tenga acceso superior y lateral, así podrás revisar a tu compañero.
3.- Reglamento de la aerolínea
- Cada una tiene sus reglas. Consulta previamente las características que la transportadora debe tener. Hay marcas que cumplen con los requisitos y son utilizables en avión y en coche por sus aditamentos para enganchar al cinturón de seguridad.
4.- ¿Equipaje?
- Si tu peludo pesa más de 10 kg deberá de ser documentado como equipaje y necesitarás una transportadora rígida, que no se rompa o deforme, y que de ninguna forma permita que se escape.
5.- Habitúalo
- Relaja a tu gato poniendo la transportadora por ahí, como un escondite más. Pon dentro sus accesorios más queridos (mantita, juguete), para que se habitúe y se estrese menos al usarla. Si es un can, acostúmbralo sin que sea un castigo o pase muchas horas encerrado. Juega con él usándola: avienta sus juguetes adentro y permite que coma ahí, para que disfrute este espacio.
Disfruta la salida y haz que tu peludo se estrese menos y sea mucho más fácil de transportar.
Sin comentarios