Vacaciones a la vista

Marisol Dacasa De La Lanza, Asesora de comportamiento canino.

¡Las vacaciones ya vienen! Y si no sabes si llevar a tu perro de viaje es la mejor opción, no te preocupes: estos son algunos tips por si deseas que tu amigo peludo te acompañe a actividades al aire libre o si piensas llevarlo a un recorrido más largo.

Para muchos, tomar unas vacaciones sin sus peludos no es tan divertido, así que si piensas llevar al tuyo contigo, debes tomar en cuenta algunas cosas para que se convierta en una gran experiencia.

Actividades al aire libre

El acampar y realizar actividades que conecten con la naturaleza son opciones geniales. Y si bien los lugares pet friendly pueden ser un lujo accesible, las vacaciones ideales para ambos dependerán mucho de los intereses y “habilidades” de cada uno. 

Ya sea una visita a la familia, ir a la playa o hacer turismo en una nueva ciudad, es necesario reconozcas las necesidades de tu amigo, pero guiando de forma efectiva y amable su comportamiento. Así que planifica con anticipación el tipo de actividad que realizarás para practicar y reforzar cualquier comando que necesite, como saber dónde es permitido que haga sus necesidades. Esto es lo que debes a tomar en cuenta para evitar conflictos durante el viaje:

Ansiedad

Que tu canito te acompañe puede ser increíblemente divertido, pero plantea algunos retos. La verdad es que algunos no estarán cómodos con aventuras muy exigentes y pueden pasarla mal si no saben manejar su estrés ante lo nuevo. La ansiedad puede llevarlos a desarrollar conductas como marcar, destruir objetos y enfatizar gruñidos o ladridos amenazantes. Si esto sucediera, estos días no serán relajantes. ¿Cómo lograr que disfrute

Conoce a tu peludo. Sé honesto con lo que disfrutan ambos. Si deseas tiempo para ti, será mejor se quede en un lugar especial (con un amigo o familiar, con cuidadores experimentados y conocimientos comprobables sobre comportamiento canino, un hotel perruno, en fin) donde la pase bien y se eviten métodos y herramientas de castigo.

Pero si estás resuelto a vacacionar con él, pregúntate qué le gusta y dónde estaría a gusto, al igual que si admiten perros en ese sitio. Una cosa es que se acepte su presencia, otra que disfrute de las instalaciones, y aun cuando haya lugares especiales donde pueda quedarse un rato, el sentido común te dictará no dejarlo solo en un lugar extraño. 

Antes de reservar…

Debes averiguar si hay restricciones de razas, tamaños y número de animales, si hay cargos extra por limpieza, si es obligatorio el uso de correas y en qué áreas; si es necesaria la cartilla de vacunación o certificados de salud. Así podrás decidir el mejor destino, sea una ciudad desconocida o una cabaña en el bosque. 

Y claro, si necesitará aprender a estar algunas horas en una transportadora en caso de viajar en tren o en avión. Si viajas en auto, qué tan cómodo se siente y planificar paradas para ir al baño, tomar agua, estirarse un poco, jugar y nunca dejarlo dentro sin supervisión, ni correa. He visto a perros salir corriendo de su auto y sufrir algún accidente.

Si el viaje incluye largas caminatas o temperaturas muy bajas, necesitará que sus patas estén protegidas o ropa de abrigo para mantener su temperatura corporal. Compartir las vacaciones con él implica que pasen juntos mucho tiempo; garantiza que sea de calidad y sin generar estrés innecesario.

¿Y si viajo con niños?

Tendrán la oportunidad de hacer cosas divertidas para que todos aprendan sobre el respeto hacia sus compañeros de casa y mejoren la comunicación. Usa el juego para ayudar a desarrollar las habilidades sociales y establecer relaciones positivas, permitiéndoles familiarizarse, tanto a perros como a niños, con las reglas del “juego seguro”, pues ayuda a incrementar las capacidades de observación y la toma de decisiones.

Entrenamiento previo

La moderación y el aprendizaje de determinados comportamientos son muy útiles. Si no sabes cómo hacerlo, contrata los servicios de un entrenador, educador canino o asesor de comportamiento. 

  • Entrenamiento para sus necesidades. ¡Es lo básico! (Si tu can no sabe, lee nuestro texto potty and pee training de la edición de febrero).
  • Acudir al llamado o a un silbido específico. Además de caminar sin jalar: recomendable el uso de arnés y correa de entrenamiento de 5 m (las correas cortas no permiten explorar libremente). El collar es sólo para portar la identificación. 
  • Reglas de etiqueta y entrenamiento. Buscar refugio en su kennel o casita, además de no “pedir comida”, ser amable o ignorar a desconocidos y no saltar sobre extraños. Es más probable que tus familiares te reciban de nuevo porque tu peludo “se porta bien”. ¡Enséñale a saludar!, ya sea dando la pata o acercándose de forma amigable. 
  • Lee su lenguaje corporal. Es común el nerviosismo en los perros al escuchar ruidos desconocidos. Observa bien al tuyo y notarás que siempre busca una comprobación visual: es un gesto que pregunta cómo reaccionar a un determinado estímulo. Con un “no” ante un ladrido del vecino o le indiques qué hacer, entenderá rápido.
  • Habitúalo. Puedes lograr que gane confianza las primeras noches en un campamento mostrándole que puede estar tranquilo ante sonidos poco habituales para él. Destina un poco de tiempo a “explicarle” qué es relevante y qué no requiere interacción de su parte.
  • Empaca lo básico. Las actividades, el clima, el transporte y el alojamiento influirán en el equipaje de ambos. Agua para el trayecto, comida, platos, premios, bolsitas, arnés, correa y collar con placa, información de contacto, (microchip si vas al extranjero) y fotos actuales. Y una copia de la cartilla de vacunación y desparasitación. 
  • Kit de limpieza. Si va a mojarse, llenarse de lodo y explorar en la naturaleza, o si es delicado de la piel, lleva su champú, antipulgas, cepillo y toalla. 
  • Otros aditamentos. Si la estadía será en un hotel, lugar cerrado o en casa de alguien, lleva su camita o cobija, kennel (si está ya acostumbrado a usarlo), medicinas (si las toma) o suplementos. Es mejor incluyas algo que no se use, que necesitarlo y no tenerlo en el momento. 

La previsión es la mejor manera de garantizar un viaje de ensueño. Aparte de estas recomendaciones básicas, lo que más se requiere para vacacionar con nuestros perros es paciencia, amor y muchas ganas de divertirse. 

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