Dra Claudia Edwards Patiño/Humane Society International México/FMVZ – UNAM
Quizá en alguna ocasión escuchaste la palabra “etólogo”, pero ¿sabes a qué es o quién es un Etólogo? La Etología básica, estudia la conducta de los animales en su hábitat natural o en relación con su entorno y en relación a otros organismos; pero también estudia el comportamiento de los miembros de una comunidad entre sí y entre comunidades de la misma o de diferente especie, incluido el ser humano.
Psicoanalizando a mi mascota
La etología que estudian los veterinarios puede ser etología básica (como la de los biólogos) o la que llamamos etología clínica. Ésta estudia las desviaciones a la conducta normal, es decir, a las patologías del comportamiento, lo que quiere decir es que a veces ciertas conductas pueden volverse un problema para el animal o para las personas con quienes convive. Es como un psicólogo de animales.
Pero también se le nombra medicina de la conducta, y se aborda exactamente igual que cualquier otra enfermedad. Por ejemplo, si tu mascota tiene diarrea, tu veterinario te hará una serie de preguntas (su historia clínica): cuándo comenzó, cómo es, qué has hecho o qué le has dado, en fin; después le hará un examen físico general, pensando qué enfermedades pueden causar la diarrea (virus, bacterias, comida); hará pruebas para confirmarlo y llegar al diagnóstico definitivo, para dar un tratamiento específico.
Pues algo así sucede con la etología clínica: si un perro ladra mucho, eso es un signo, por lo que el etólogo debe buscar qué lo causa (ansiedad por separación, agresión, en fin), hacer pruebas que a veces son conductuales y otras de laboratorio (desde muestras de sangre y orina hasta tomografías o escaneos). Una vez que tiene el diagnóstico definitivo, recomendará el tratamiento específico, más algunas recomendaciones generales para disminuir su estrés o ansiedad.
Como puedes ver, la etología clínica es muy compleja: un etólogo debe tener conocimientos tanto de biología como médicos, ya que muchos problemas conductuales tienen enfermedades médicas como diagnóstico diferencial (cuando se descartan otras causas o enfermedades) e incluso como origen, y en ocasiones es necesario prescribir no sólo medicamentos psicotrópicos (como los de los psiquiatras), sino otros para atacar el problema de raíz.
Eso sí, nunca pienses que una pastilla o una cirugía, arregla los problemas conductuales, sino que es parte de un tratamiento, y que la mayor labor tiene que ver con el cambio conductual que debe hacerse utilizando diversas técnicas, todos los días en casa y bajo la supervisión del etólogo.
¿Hay etólogos en nuestro país?
Claro que sí, los veterinarios con estudios de posgrado en etología clínica o que estén certificados por el Concervet (Consejo Nacional de Certificación en Medicina Veterinaria y Zootecnia), el máximo órgano de representación de los sectores interesados en mejorar la calidad de la medicina veterinaria y zootecnia. Y también biólogos que hayan hecho especialidad en Etología Clínica (en instituciones reconocidas).
En cambio, personas que no tengan conocimientos en ciencias biológicas ¡no pueden ser etólogos clínicos!, tampoco quienes hayan tomado algunos cursos del tema, o con estudios online que no tienen respaldo de instituciones académicas serias.
¡Se vale pidas a tu etólogo su cédula profesional o preguntes sus antecedentes! La salud mental (o la vida) de tu mascota, estará en sus manos.
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