MVZ Esp MCPG Dipl Fausto Reyes Delgado
Hospital Veterinario UNAM-Banfield
La gastritis no es otra cosa que la inflamación del estómago, que es diferente a que se expanda debido a una acumulación de gas o por haber comido en exceso. En esta inflamación se ven afectadas las capas del tejido de este órgano y se clasifica de diferentes formas, según los cambios que hay en las células del estómago, el tiempo de presentación y lo que pudiera producir este problema.
TIPOS DE GASTRITIS
Puede ser según el tiempo en que se ha presentado la afección. En este punto, como sucede en los casos de muchas otras enfermedades, el paciente puede mostrar gastritis aguda, es decir, su manifestación es muy rápida: desde que se presenta el efecto desencadenante hasta la aparición de vómito, dolor, salivación, pérdida del apetito u otros síntomas. En el caso de la gastritis crónica, los signos llevan de meses e incluso años de forma intermitente.
GASTRITIS AGUDA
En este tipo de gastritis tenemos como ejemplo la ingesta de alimento u otras cosas (no adecuadas) como algunas plantas; pero también por bacterias como Helicobacter sp (que al igual que en el humano favorece haya úlceras gástricas); además de sustancias tóxicas como los derivados del petróleo. E incluso antiinflamatorios como dexametasona, naproxeno o ácido acetilsalicílico (aspirina); en este último caso los síntomas se presentan segundos o minutos después de agredir al tejido gástrico.
GASTRITIS CRÓNICA
Por otro lado están los problemas asociados a este tipo de gastritis, que como comenté, los signos llevan mucho tiempo atrás de forma intermitente, lo que hace que te confíes acerca del estado de salud de tu mascota, ya que los vómitos característicos de enfermedad del estómago, pueden presentarse uno o dos días, y desaparecer por una o dos semanas para de nuevo surgir. En este caso es común hacerte a la idea que esto es “normal” y no acudas al veterinario para que revise a tu peludo.
Pero eso no es todo, ya que existen diferentes formas de gastritis crónica, que se clasifican dependiendo de las características de sus células:
Gastritis atrófica. Como su nombre lo indica, es cuando las células de la pared interna del estómago se atrofian y dejan de funcionar. Debes saber que estas células se encargan de la producción del moco protector del estómago y del ácido clorhídrico usado para la digestión de los alimentos. Entonces, al no ejercer el proceso de digestión de forma adecuada, se hace una zona de incremento de presión en el estómago que provoca el vómito de tu cachorro.
Gastritis hipertrófica. Esta es opuesta a la anterior, y aquí más bien las células se hipertrofian, que quiere decir, aumentan. Cuando esto pasa, se incrementa la producción de las sustancias que fabrican de forma normal, lo que ocasiona que haya un incremento exagerado de ácido clorhídrico, el cual por sí solo puede ocasionar vómito, y a la vez provocar se formen úlceras gástricas.
Gastritis infiltrativa. En este caso, las células de defensa del organismo (sistema inmune) salen de control debido a estímulos constantes por parte del medio ambiente (desde alimento hasta parásitos, bacterias, virus). Estos estímulos ocasionan que el organismo lleve una gran cantidad de células de defensa a las paredes del estómago, haciendo que se inflame, y por lo tanto, también afecte su capacidad para la digestión y como consecuencia, también se presente el vómito.
Aquí debes poner mucha atención en este tipo de presentación de gastritis, ya que tu veterinario debe descartar la posibilidad de que existan tumores que puedan ocasionar signos de tipo crónico.
GASTRITIS SEGÚN LA CAUSA QUE LO ORIGINA
Ahora bien, la gran mayoría de lo ya descrito son gastritis de tipo secundario, que quiere decir que no se originan en el estómago, pero ojo, los efectos que tienen lo involucran.
En este caso nos referimos a las gastritis secundarias; por ejemplo, al existir un problema renal (enfermedad renal aguda o crónica), las funciones del riñón se ven afectadas, dentro ellas se encuentra la eliminación de ciertas sustancias, y al no trabajar de forma adecuada se van a acumular, ocasionando estímulos en otras estructuras, por ejemplo, el centro del vómito, lo que ocasionará que se produzca, ¡aunque no tenga ninguna lesión en el estómago!
Pero atención, porque también se mantienen elevadas las cantidades de una hormona llamada gastrina (producida por el estómago, intestino delgado y páncreas), que es la encargada de estimular la producción del ácido clorhídrico para la digestión; pues bien, esta hormona se depura por vía renal, pero al estar el riñón enfermo se acumula en el organismo, estimulando una secreción aumentada del ácido y de ahí viene la inflamación, la erosión de la mucosa e incluso que haya úlceras.
DEJA TODO EN MANOS DE TU VETERINARIO
Después de este breve vistazo sobre qué es la gastritis y sus tipos, queda en manos del veterinario determinar los estudios a realizar para dar con la posible causa del problema que afecta a tu perro. Por eso entenderás porqué solicita diversas pruebas de laboratorio y de imagen (radiografías, ultrasonido o ambos), muestras de sangre (nota: no hay un resultado que nos diga que el estómago se ha enfermado).
Todo esto le ayudará a descartar la presencia de enfermedades relacionadas en páncreas (diabetes o pancreatitis), hígado (enfermedad hepática), enfermedades hormonales, en fin. Es posible incluso que tenga que realizar biopsias de su estómago, esto para saber cómo se encuentran sus células, así como para conocer si hay presencia de bacterias que pueden hacer más lenta y complicada la recuperación de tu mascota.
Es por esto que si notas que tu compañero ha estado vomitando, no basta sólo con darle medicación y ya (¡además de que no debes realizar una medicación por cuenta propia!). Es importante la revisión por parte de tu veterinario de confianza, para que le dé el mejor manejo médico a tu can, y puedan disfrutar juntos, felices y sanos esta aventura llamada vida.
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